Esta receta tiene bastantes años y seguro que muchos ya la conocéis. Es una tarta sencilla, muy fácil de elaborar pero no por ello menos deliciosa. En esta ocasión, la he cubierto de
mermelada de kiwi que preparé hace unos días. Con mermelada de fresa también está muy rica, y con la de arándanos, para mi gusto, está exquisita.
Ingredientes
-un litro de leche
-4 yemas de huevo
-2 sobres de cuajada
-9 cucharadas de azúcar
-8 quesitos en porciones
-un paquete de sobaos
-mermelada de kiwi
-kiwi y fresas para adornar (opcional)
-una cucharadita de gelatina en polvo (opcional)
Elaboración
En la receta original lo primero que se vierte en el molde es la crema y al final se colocan los sobaos para que hagan de base al desmoldar. Yo lo que hago es forrar con los sobaos la base de un molde desmontable y luego añado la crema, y el resultado es bueno.
Si los sobaos son grandes, es conveniente dividirlos en dos partes (como los bizcochos cuando se van a rellenar) y así la base no queda tan gruesa.
Hervir la leche menos un vaso y reservar fuera del fuego. Batir ese vaso de leche con las 4 yemas, los 2 sobres de cuajada, el azúcar y los quesitos, mezclándo todo bien. Añadir esta mezcla a la leche hervida y poner todo junto a hervir unos segundos. Verter la crema sobre los sobaos y dejar que se enfríe e introducirla en la nevera.
Poner la mermelada a calentar en un cazo, moviéndola durante unos minutos. Si es de fresa o de arándanos, es conveniente pasarla por un tamiz o colador. Extenderla por la superficie de la tarta, adornar con frutas, y darle unas pinceladas de gelatina.
* Conviene consumirla al día siguiente, algo que yo no suelo hacer porque me puede el "ansia viva", jejeje.